Asociación Jacobea de Málaga Sábado 2 de septiembre 2021
Tras la bendición del párroco en la Parroquia de Santiago Apóstol de Málaga, el grupo parte puntualmente hacia Almogía para disfrutar una etapa con un importante tramo urbano y con varias pendientes muy exigentes y pronunciadas que la dotan de cierta dificultad, como se puede ver en el perfil.
Los primeros kilómetros hasta el Puerto de la Torre transcurren sin dificultad en un continuo, pero muy ligero, ascenso urbano con hitos de interés artístico que se realzan con la luz del amanecer en el centro de la ciudad, pero que disminuyen conforme avanzamos y nos alejamos del núcleo histórico de Málaga.
Llegamos al río Guadalmedina y cruzamos por el puente de la Aurora, el más cercano y continuamos por la Avenida Carlos de Haya en un recorrido netamente urbano durante varios kilómetros a muy buen ritmo, con el grupo que iba en cabeza, lo que hizo que nos empezáramos a dispersar y que cada peregrino regulara su ritmo de marcha.
Empezamos a divisar las primeras señales del Camino y pasamos la Urbanización Puerto Sol tras llevar recorrido más de 8 kilómetros, donde comenzamos a pisar tierra y dejamos los pavimentos de la la Ciudad de Málaga hacia la Junta de los Caminos, donde teníamos previsto un descanso para desayunar.
Tras la parada técnica, donde nos encontramos con algunos peregrinos que se enganchaban a la etapa con el grupo desde allí retomamos el segundo tramo de la etapa, que iba a poner a prueba a más de un participante.
Atravesamos un tramo de carretera sin arcén y seguimos por el lecho seco del Río Campanillas convertido en rambla hasta que tenemos que abandonar el curso natural del río para enfrentarnos con la primera pendiente seria y que hay que afrontar con paciencia y la ayuda de los bastones de apoyo para el ascenso.
Debido al calor, y a la fuerte inclinación del terreno, en este punto hubo algunos peregrinos que empezaron a sentir las inclemencias del Camino y alguna indisposición.
Llegamos al diseminado de los Suizos y seguimos por el Arroyo de los Olivos hacia Almogía ascendiendo sin concesiones y con sol de justicia, por lo que la organización, siempre atenta, tuvo que recurrir a la asistencia Protección Civil y Policía Municipal, que cumplieron fielmente con su compromiso de asistencia al peregrino prestando sus servicios y trasladando a varias personas indispuestas. Queremos agradecer, de corazón, el apoyo recibido.
Una vez llegados a nuestro destino empezamos a disfrutar con los refrigerios y a compartir la experiencia de la etapa y terminamos para la comida de hermandad peregrina, como es habitual en ambiente de agradable camaradería, tras la llegada del último y tras la bendición de la mesa por parte de Jose Luis.
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