“Motivaciones para la realización y elección del Camino”. Intervención en el II CONGRESO CAMINO MOZARABE – CORDOBA
por Juan Guerrero Gil.
«Interpreto que cuando se me pide que hable de razones y motivos para hacer el Camino, debo distinguir entre los motivos personales que inducen a los peregrinos a ponerse en camino y las razones externas que les induce a organizar su peregrinación de una u otra forma. Veremos que los peregrinos se han puesto en Camino por razones y motivos diversos que han estado condicionados por cómo ha evolucionado la civilización en Europa.
Son muy diferentes las circunstancias que han condicionado las peregrinaciones durante la Edad Media y las circunstancias que condicionan las peregrinaciones del siglo XXI. Obviamente las facilidades que hoy tenemos para desplazarnos eran impensables en el siglo XI y con la evolución de la Civilización se han modificado de forma notable las convicciones religiosas y las conductas y prácticas ciudadanas de los europeos. Sin embargo, las Instituciones Civiles y Religiosas siguen interviniendo en el Camino por razones e intereses que no han cambiado mucho con el tiempo.
También hay diferencias importantes entre las motivaciones de los que peregrinan durante semanas e incluso meses para llegar a Compostela y los que se limitan a recorrer los cien kilómetros que las autoridades de Compostela han establecido como número mágico que sirve para que aquel que distribuye las Compostelas en Santiago pueda distinguir un auténtico peregrino de un vulgar paseante. (Por descontado, con la bendición y el aplauso de las autoridades civiles gallegas).
Las motivaciones del peregrino de largo recorrido se parecen a las motivaciones del peregrino medieval, mientras que las motivaciones del peregrino de 100 kilómetros se parecen más a las motivaciones de turistas y deportistas.
En la Edad Media estaba muy extendida la idea de que la concesión de cualquier milagro se conseguiría más fácilmente si la petición se hacía en la proximidad a las reliquias de los santos cuya intercesión se solicitaba. También se valoraba que la reliquia fuera una parte importante del cuerpo del santo venerado.
La creencia de que en Compostela estaba el cuerpo entero de Santiago y la relación estrecha que había mantenido en vida con Jesucristo, acreditaban al Apóstol como el mejor intercesor posible.
En aquella época, el miedo a los infiernos tenía aterrorizada a la mayoría de los creyentes, por lo que los peregrinos acudían a venerar las reliquias de Santiago para suplicar su intercesión a fin de conseguir gracias de cualquier tipo, pero, sobre todo para obtener el perdón de sus pecados.
Estas motivaciones religiosas, han ido perdiendo importancia en la mentalidad de muchos peregrinos al mismo ritmo que la sociedad se ha hecho más laica y menos religiosa.
Cada vez son menos los que creen que los restos que reposan en la cripta de la catedral sean los restos de Santiago, pero, ni esto, ni la citada pérdida de religiosidad de la sociedad, impide que todavía sean, que seamos muchos, los que creemos que el “espíritu” de Santiago está realmente allí, porque estamos convencidos de que allí lo han llevado los millones de peregrinos que nos han precedido.
Tras el descubrimiento del sepulcro por el monje Pelayo, el Camino de Santiago se vio protegido por la Autoridades Civiles y Religiosas porque el Camino servía a los intereses de los centros de poder que entonces existían en Europa. En un principio, el reino de Asturias, y más tarde los reinos de Castilla, Aragón y León, y también el imperio Carolingio, estuvieron interesados en promover el Camino porque constituía una barrera que frenaba la expansión hacia el norte de los musulmanes, y porque mejoraba la comunicación entre los reinos cristianos, facilitando el asentamiento de los francos a lo largo del Camino y contribuía al traspaso de ideas y mercancías entre la península y el resto de la Europa cristiana. También el papado y los abades de Cluny y el Cister contribuyeron a fomentar y consolidar la peregrinación a Santiago. De alguna manera, se sirvieron del Camino para facilitar su expansión en el norte de España y también para oponerse a los movimientos religiosos de los mozárabes.
En la actualidad las Administraciones y los Gobiernos españoles se interesan, como en la Edad Media, por el desarrollo económico de las comarcas por donde pasa el Camino, aunque ignoran las tradiciones y la espiritualidad que son señas de identidad del Camino de Santiago. No debemos olvidarnos de reconocer la gran labor que, a partir de la mitad del siglo XXI han venido realizando las Asociaciones de Amigos constituidas para recuperar los itinerarios jacobeos, la historia de la peregrinación y fomentar y difundir la peregrinación tradicional.
Es necesario reseñar aquí que el estilo de acogida al peregrino, instaurado en estos primeros siglos en hospitales y conventos, constituye el aspecto más importante de las vivencias del peregrino durante su peregrinación. Esta hospitalidad se ha continuado practicando desde entonces, y se ha reorganizado modernamente por los Hospitaleros Voluntarios con gran éxito. Sin duda, la hospitalidad peregrina ha sido la causa de que el Camino de Santiago sea una experiencia única en este mundo globalizado. Seguramente es una de las principales razones que induce a los peregrinos a acabar el Camino por alguna motivación espiritual, aunque lo hayan empezado por cualquier otro motivo y muchas veces les impulsa a emprender un nuevo Camino una y otra vez.
Permitirme que os lea, resumidos, algunos párrafos de un artículo que un historiador y periodista, estudioso del Camino, escribió recientemente y matizan mucho mejor que yo estas ideas:
- No vale la pena dedicar mucho tiempo a analizar las estadísticas de la oficina de peregrinación de la catedral, irreales y tendenciosas, pues nadie que vaya al Camino se puede creer la letanía, de que las motivaciones meramente religiosas sigan acaparando el 44,26% del total, y que el sibilino epígrafe de “religiosas y otras” se lleve otro 47,74%, con tan sólo un 8% de peregrinos consecuentes que se quedan sin su Compostela -. El coleccionismo de títulos, ya se sabe, es una parte de la fascinación del Camino contemporáneo, y los peregrinos practican la mentira piadosa para obtener su certificado, que la mayoría de los principiantes valoran como el de una licenciatura.
- Sin embargo, Santiago no es la Meca, santuario exclusivamente reservado a los fieles mahometanos, sino una catedral abierta a todos, católicos y demás cristianos, pero también a fieles de otras religiones.
- No podemos negar que siguen existiendo algunos peregrinos que llegan a la ruta impulsados por motivaciones religiosas, entre ellas el deseo de visitar la tumba del apóstol.
- El Camino ya no es hoy un espacio en el que prepondere la peregrinación religiosa, poco a poco sustituida por otros deseos y tendencias como la búsqueda difusa de una espiritualidad universal, de un ámbito propicio para la reflexión y el crecimiento personal, para el encuentro con los demás (compañerismo, amistad, amor) y que favorezca una desconexión con la vida cotidiana y sus problemas.
- Crece sin parar el porcentaje de usuarios del Camino, que no peregrinos, que lo entienden como un óptimo marco para el turismo de bajo coste, con mayor o menor aprovechamiento cultural, o para unas vacaciones sanas, diferentes a las consabidas y masificadas de sol y playa.
Terminamos con un último párrafo que nos infunde alguna, mejor dicho, mucha esperanza:
La grandeza del Camino es que aún posee la capacidad de transformar a los viajeros despistados, convirtiéndolos en peregrinos.
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Para extenderse algo más, os paso las motivaciones que se pueden encontrar en el buscador de Google:
- La Fe. Diferentes motivos de índole religiosa
- Superación personal.
- Para algunos Compostela y Santiago no son lo importante. Lo importantes el Camino
- Una experiencia nueva de viajé
- En Busca de la espiritualidad
- Conectar con la naturaleza
- Fuente de cultura
- Motivos deportivos
- Motivos gastronómicos
- Relacionarse con otros peregrinos, conocer a gente diferente: países, idiomas-Hacer amigos para siempre
- Vivirlo como forma de introspección
- Reflexionar y tomar decisiones
- Encontrarse a uno mismo
- Recuperarse emocionalmente
- Desconectar de la tecnología
- Aprender a vivir con lo básico
- Por sentido curioso y aventurero
- Algunos pretenden hacer camino terapéutico: fumar adelgazar
- Vacaciones económicas
- Cada cual los suyos
- Cumplir un voto o una promesa.
- Pedir una gracia
- Cumplir una condena
- Turismo
- Hacer familia
- Conseguir la Compostela
- Visitar la tumba de Santiago- católicos y no católicos
- Reencontrarse con la verdadera solidaridad
- Conocer la hospitalidad-
- Los años santos y la propaganda ¿cuál es la verdadera razón del aumento?
- Para sustituir a otro
- Los políticos en el camino: buscar autobombo
- Los que buscan notoriedad, records,
Valle del Guadalhorce says:
Ayer tuve la oportunidad de realizar la etapa Villanueva de la Concepción a Antequera.
En primer lugar quiero dar las gracias a los y las integrantes de la Asociación Jacobea de Málaga por servir de guías y compartir este bonito itinerario.
En segundo lugar dar la enhorabuena a todas las personas, colectivos e instituciones que están haciendo realidad este proyecto, que como reza al final de este artículo, puede tener decenas de motivaciones para cada persona que lo realiza. Y en la mayoría son muy positivas.