La segunda etapa de este año se ha celebrado el sábado día 13 de noviembre con el autobús completo.
Salimos con la puntualidad habitual con una previsión de día espléndido y de una etapa sin especial dificultad, más allá de un par de cuestas.
Tras un desayuno algo desordenado en el Bar Coco de Almogía, debido a la coincidencia de nuestro grupo con otros grupos de cazadores, comenzamos la marcha hacia Villanueva de la Concepción.
En el mismo bar encontramos las primeras flechas que nos conducen 400 metros por la Urbanización la Caleta hasta una trocha, que tras una fuerte bajada en la que hay que tener algo de precaución porque el firme es resbaladizo, y resulta un terreno algo técnico para los que no están acostumbrados, nos dirigimos hacia un cortijo.
Cerca del cortijo seguimos unos metros por un camino ancho, y giramos a la derecha para cruzar un arroyo seco, y después de 1 km. de camino desdibujado tomamos a la derecha un camino ancho durante 2,5 Km. para torcer a la derecha por otro camino que en 4,3 Km. nos conduce al Cortijo Pacheco. A partir de aquí el grupo de peregrinos ya está disperso dependiendo del ritmo de la marcha de cada uno.
Tras 2,7 Km. de subidas y bajadas, llegamos al río Campanillas donde se cruza la carretera C-3310, y tomamos un camino que sube junto al arroyo de la Alquería hasta llegar a otro camino más ancho, que a la izquierda nos lleva de nuevo a carretera, que seguiremos a la derecha.
En este tramo hay que prestar especial atención ya que es coincidente con la carretera y puede resultar peligroso. Después de 1,5 Km cruzamos el puente del Horcajo. A 200 metros, a la derecha sale el Camino Real, que llega hasta Villanueva de la Concepción.
A pesar de que parece el final de la etapa todavía queda un buen trecho hasta el punto de encuentro que se está en el otro extremo de el pueblo en el restaurante Oasis, donde empezamos a almorzar cuando llegaron los últimos peregrinos del grupo sobre las 15.00 de la tarde.
La vuelta la hicimos a las 17.00 horas con un trayecto amenizado con la impagable actuación al micrófono del peregrino Salvador, que os invitó a disfrutar de la música y a no tener miedo a cantar.